La cooperativa San Isidro celebra 75 años como referente vitivinícola en Castilla-La Mancha
Con motivo de su 75º aniversario, la cooperativa San Isidro de Quintanar del Rey ha reunido a cerca de 1.500 personas en un acto institucional que ha puesto en valor su papel como uno de los principales referentes del sector vitivinícola en Castilla-La Mancha. La celebración ha contado con la participación del presidente regional, Emiliano García-Page, así como de autoridades provinciales y locales que han reconocido su trayectoria, su impacto económico y su contribución al desarrollo del medio rural.
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La cooperativa San Isidro, ubicada en Quintanar del Rey, ha conmemorado su 75 aniversario con un acto multitudinario que ha reunido a autoridades autonómicas y provinciales, así como a cientos de vecinos y miembros de la cooperativa. Fundada en 1950 por 24 agricultores, esta entidad agraria cuenta hoy con más de 900 socios, 8.500 hectáreas de viñedo, distribuidas en 18 términos municipales, y una producción anual de entre 75 y 80 millones de kilos de uva, lo que la convierte en la mayor productora de vino tinto de España.
El acto conmemorativo ha contado con la presencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán; el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana; el vicepresidente provincial, Francisco López; la alcaldesa de Quintanar del Rey, Joaquina Saiz; el delegado de Agricultura en Cuenca, Rodrigo Fernández; y el presidente de la cooperativa, Julián Oñate, entre otros.
Durante su intervención, Julián Martínez Lizán ha resaltado que la cooperativa San Isidro es un ejemplo del valor del cooperativismo agrario en la región, no solo por su dimensión empresarial, sino también por su capacidad para generar empleo, mantener el arraigo en el medio rural y mejorar la calidad de vida en municipios como Quintanar del Rey. Ha recordado que Castilla-La Mancha cuenta actualmente con 532 cooperativas agroalimentarias de primer grado y 22 de segundo grado, que representan más del 26 % de las industrias agroalimentarias de la región, aportan el 40 % de la producción agraria y generan más de 6.700 empleos, de los cuales el 70 % son de carácter fijo.
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El consejero también ha destacado que el Gobierno regional apoya firmemente este modelo a través de programas como FOCAL y VINATÏ, que han permitido a cooperativas como San Isidro realizar importantes inversiones tecnológicas. En el caso concreto de esta entidad, desde 2017 se han concedido ayudas por valor de 4,5 millones de euros.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Cuenca, Álvaro Martínez Chana, ha puesto en valor la buena salud del sector agroalimentario de la provincia, especialmente en lo relativo a las exportaciones, que han crecido un 135 % en la última década. Ha explicado que el futuro del sector pasa por abrir mercados internacionales y mejorar los canales de comercialización, y ha citado como ejemplo las más de 1.200 reuniones profesionales celebradas en la última edición de la feria FERACAM.
Julián Oñate, presidente de la cooperativa, ha alertado sobre la incertidumbre del panorama internacional, especialmente en lo que respecta a los aranceles de Estados Unidos, que podrían afectar indirectamente a las ventas, ya que muchos de sus clientes operan en ese mercado.
Desde el ámbito local, la alcaldesa Joaquina Saiz ha querido recordar el esfuerzo de quienes fundaron la cooperativa en 1950 y ha resaltado que San Isidro representa el espíritu de los quintanareños: una entidad surgida desde la nada que, con esfuerzo y trabajo colectivo, ha logrado consolidarse como un símbolo económico y social del municipio.
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La trayectoria de la cooperativa San Isidro refleja el papel esencial del cooperativismo vitivinícola en Castilla-La Mancha, no solo como motor económico, sino también como garante del arraigo y la vida en el medio rural.